miércoles, 30 de diciembre de 2015

Nostalgia

 Discurriendo veloces entre mis días como fina arena que se escapa de mis dedos, así siento que se cuelan pensamientos que me hacen temblar a cada paso.

Son tan fugaces las ideas pero tan llenas de cálidos deseos, que se transforman en espinas al no perdurar, al ser arrastradas por el viento.

Y si miro atrás, toda mi vida está llena de recuerdos, de lo que quise ser algún día y que ahora siento tan lejos.
Y... ¿cómo ha pasado esto? grito desde el fondo de mi alma, y ¿cómo la pereza, eterna compañera del lamento se ha apoderado de mi vida y ha dejado al otro lado lo eterno?
No es buena la nostalgia de algo que por tan breve casi no siento.
No es buena la nostalgia y sin embargo me hallo presa en su infierno, que me libra de un frío constante, pero perpetúa mi desaliento.