Son tan fugaces las ideas pero tan llenas de cálidos deseos, que se
transforman en espinas al no perdurar, al ser arrastradas por el viento.
Y si miro atrás, toda mi vida está llena de recuerdos, de lo que quise ser algún día y que ahora siento tan lejos.
Y... ¿cómo ha pasado esto? grito desde el fondo de mi alma, y ¿cómo la pereza, eterna compañera del lamento se ha apoderado de mi vida y ha dejado al otro lado lo eterno?
No es buena la nostalgia de algo que por tan breve casi no siento.
No es buena la nostalgia y sin embargo me hallo presa en su infierno, que me libra de un frío constante, pero perpetúa mi desaliento.
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